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El impacto psicológico de los brotes en los adolescentes

La adolescencia es una época de muchos trastornos, algunos de los cuales pueden ser difíciles de entender. El cuerpo de las chicas y los chicos cambia debido a las hormonas, que también causan brotes. Incluso cuando los brotes no son muy graves, los adultos que apoyan a los adolescentes en este período tan delicado e incluso perturbador deben tener en cuenta su posible impacto psicológico. La palabra clave es serenidad, porque hay respuestas ahí fuera.

Brotes: trastorno hormonal e impacto psicológico

Tanto en las chicas como en los chicos, los brotes se desarrollan en el rostro, pero a veces también en la espalda, los hombros y el pecho. Aparece durante la pubertad debido a los cambios hormonales que también son responsables del desarrollo del pelo, los pechos, los testículos, etc.

Esta transición de la infancia a la adolescencia también va acompañada de cambios psicológicos y de comportamiento, que son perfectamente normales: los adolescentes se identifican ahora más con sus amigos que con su familia. También se preocupan mucho por la imagen que proyectan. Y cuando los brotes interfieren con esta imagen, puede ser difícil para algunos vivir con ella.

A veces, los brotes pueden ser un desastre, especialmente cuando son graves. El impacto psicológico de los brotes, a menudo combinado con otros elementos, puede llevar incluso a la depresión. Afortunadamente, es posible limitar este impacto. 

Brotes hormonales

“Mis brotes empezaron cuando tenía 12 o 13 años. Primero fue en el rostro, especialmente en la frente, la barbilla y la nariz. Luego, tuve brotes en la parte superior de la espalda, los hombros y el pecho. Tuve una experiencia bastante mala. Mis amigos se burlaban de mí, pero era bastante hiriente”.

CLÉMENT, 16 AÑOS

Cómo limitar el impacto psicológico de los brotes

Es difícil desprenderse de algunas ideas preconcebidas: por ejemplo, que los brotes son el resultado de una mala higiene o que te condena a no tener vida social o romántica por tu aspecto. Estas ideas son obviamente falsas.

Además, para escapar del juicio de los demás, puede ser tentador permanecer aislado, pero esto solo contribuirá a un estado de ánimo bajo. Entonces, ¿qué hacer? Puedes empezar por tener en cuenta que los brotes afectan hasta al 80 % de los adolescentes. Es extremadamente común, y el solo saberlo ya hace que te sientas mejor.

A continuación, debes saber que los brotes no están en absoluto relacionados con la falta de higiene; son una afección desencadenada por las hormonas y pueden agravarse por el estilo de vida. Factores como el estrés, una dieta demasiado rica en azúcares y unos cosméticos inadecuados pueden contribuir al desarrollo y la persistencia de los brotes.

Factores agravantes

Tratar los brotes para reducir el impacto psicológico

Los brotes son una afección, y es tratable. Su terapia puede implicar a varios profesionales de la salud.

Tu médico de cabecera

Tu médico de cabecera puede ser la primera ayuda si los brotes están afectando tu autoestima. Tu médico de cabecera es tu “médico de familia”, la persona en la que sientes que puede confiar y con la que puedes hablar. Los brotes que se tratan rápido tienen más posibilidades de mejorar. Tu médico de cabecera también puede remitirte a un dermatólogo.

El dermatólogo

Es EL médico de la piel. Un dermatólogo evaluará primero la naturaleza y la gravedad de los brotes y sugerirá las terapias adecuadas. También dará consejos sobre la higiene diaria, que debe seguirse tan estrictamente como la terapia, a fin de garantizar el buen estado de la piel. 

 

Cuidado para la piel propensa a los brotes

ASESORAMIENTO AMABLE (Y EXPERTO) 

Puede ser difícil lidiar con los brotes delante de los demás, pero permanecer aislado nunca es la solución.  

Ya sea que los brotes requieran o no terapia por parte de un dermatólogo, hay que mimar la piel. En caso de duda, nunca se tiene demasiado apoyo para encontrar los productos adecuados. La piel debilitada por las terapias no tiene las mismas necesidades que la piel que “solo” es grasa y tiene manchas. Y, de nuevo, los productos inadecuados pueden provocar la aparición de brotes.

También es una opción para usar maquillaje cuando tienes brotes en el rostro. Desde los simples correctores hasta las cremas con color y las bases de maquillaje, es mejor elegir productos no comedogénicos que permitan a la piel respirar. Y, por supuesto, hay que desmaquillarse todas las noches, y los granos no deben tocarse, o acabarán teniendo peor aspecto.

Lo que hay que hacer para reducir el impacto psicológico de los brotes

Seguir la terapia u observar una rutina diaria de cuidado de la piel con los productos adecuados es el primer paso para decir adiós a los brotes. Aunque el camino pueda parecer largo a veces, es importante no ceder al desánimo La coherencia es la clave.

Cuidado para la piel propensa a los brotes