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Brotes: cómo apoyar a tu hijo adolescente

Muchos padres temen la llegada de los brotes a la vida de sus hijos adolescentes, una forma de dermatitis que afecta al 80 % de los adolescentes y arruina la vida de algunos. Además de encontrar la respuesta adecuada, los padres están para ayudar al adolescente a superar este difícil período con la mayor tranquilidad posible, manteniendo la confianza en sí mismo. He aquí algunas formas de apoyarles y tranquilizarles.

Brotes: cambios hormonales y autoestima

La pubertad conlleva cambios corporales relacionados con la agitación hormonal: a partir de los 10 años en las niñas, y un poco más tarde en los niños, se desarrollan los caracteres sexuales secundarios (vello, pechos, caída de la voz, etc.). También es el momento en el que pueden aparecer los brotes en la piel del adolescente.

Estos signos físicos van acompañados de cambios psicológicos y de comportamiento que son completamente normales. Tu hijo adolescente se va desprendiendo de la influencia paterna y se interesa mucho en sus amigos y en la imagen que proyecta, tan importante para los adolescentes del siglo XXI. Pero, cuando se trata de los brotes, el impacto psicológico puede ser importante e incluso contribuir a que el adolescente se retraiga.

Piel propensa a los brotes/Causas

 

Apoyar al adolescente: establecer un diálogo

Atrás quedaron los días en los que te ponías a la altura de tus hijos y les hablabas cara a cara. Ahora pasa por delante de ti y evita tu mirada. Le molesta su nuevo cuerpo y se siente agobiados por sus problemas de piel. Te gustaría hablar de esto con tu hijo adolescente, y haces bien en hacerlo, pero ¿cómo lo haces? 

El primer paso es establecer un diálogo equilibrado: no se puede seguir hablando con el adolescente como si fuera un niño, y este debe sentirse cómodo en el intercambio. Hay una pequeña técnica que resulta eficaz: abordar el tema con suavidad y sentarse al lado del adolescente en lugar de delante de él. En el automóvil o en el sofá, cuando estés solo y tengas un momento de tranquilidad, haz la pregunta: “He visto que tienes tus primeras imperfecciones. ¿Quieres hablar de eso?”.

Brotes: cómo ayudar a que desaparezcan

Una vez que hayas hablado del tema con tu hijo adolescente, te corresponde demostrarle que hay soluciones.

Explicar a tu hijo adolescente las causas de los brotes.

Los brotes se producen por las hormonas que provocan un aumento de la producción de sebo en las glándulas de la piel (glándulas sebáceas). Pero la herencia genética también influye: el riesgo de desarrollar brotes es mayor en las personas con un padre afectado. Si te afectó durante la adolescencia y desde entonces has recuperado tu piel suave como la de un bebé, ¡es el momento de hablar con tu hijo adolescente sobre eso! Otros factores que pueden contribuir a los brotes, como el estrés, una dieta rica en azúcares o cosméticos inadecuados. Analiza los hábitos que podrían cambiar.

Anima a tu hijo a cuidar de sí mismo

Si los brotes de tu hijo se resisten a estos pequeños cambios, es hora de dar un paso más. Si se siente lo suficientemente seguros, ¿por qué no le sugieres que hable con su médico de cabecera? O consultar directamente a un dermatólogo, en especial si los brotes se agravan. Para convencer a tu hijo adolescente (¡con delicadeza!), explícale que cuanto más rápido se ocupe de los brotes, más leve será la terapia. La piel mejorará más rápidamente y se podrán evitar las marcas duraderas (las famosas marcas de brotes).

 

Piel propensa a los brotes/Brotes graves

ASESORAMIENTO AMABLE (Y EXPERTO) 

La adolescencia no es una época fácil… para los padres.

Tu hijo adolescente está cambiando y la vida no siempre es fácil. Esto también se aplica a ti: puede que te cueste encontrar las palabras adecuadas en el momento oportuno. Pero, aunque no le guste admitirlo, tu hijo adolescente te necesita. En particular, hay que recordarle que las caras lisas que se publican en las redes sociales no reflejan la realidad, y que los productos milagrosos que se venden sin control en Internet son engañosos. 

Tu papel es guiar a tu hijo adolescente sin presionarlo. Este camino intermedio será más fácil de adoptar si tuviste brotes de adolescente y fuiste capaz de hacer las paces con esa época de tu vida. 

“Los brotes fueron traumáticos para mí cuando era adolescente y no quería que mi hija pasara por lo mismo. Así que, cuando empezó a tener brotes, cuando tenía unos 15 años, fui una madre infeliz: ver a mi hija con todos esos granos era difícil (…) así que la llevé rápidamente a un dermatólogo para que la ayudara a normalizar su piel y su vida”.

Myriam, 47 años, madre de una adolescente con brotes graves

Lo que hay que hacer para tratar los brotes en adolescentes

Si la comunicación con tu hijo adolescente es realmente difícil, tu primer paso como padre puede ser elegir productos que se adapten a su piel y animarle a usarlos bien cada día. Si ve una mejora, esto lo animará a seguir con eso o a dar el siguiente paso: consultar a un dermatólogo.

Brotes en la adolescencia: cuidado de la piel con imperfecciones